El salpicadero del coche es una de las partes que más tiempo me ha llevado desmontar, ya que tiene muchos componentes instalados, y su acceso es en ocasiones dificultoso.
Este modelo de Mini tiene una de las cajas de calefacción más antiguas, que se hicieron. El motor funciona correctamente y no parece tener perdidas de agua cuando adquirí el coche, así que probablemente sea fácil de restaurar. La única pega es que los tiradores de plástico de las palancas de accionamiento están perdidos y será casi imposible poder encontrar unos iguales.

Lo primero es soltar todas las bridas que retienen los tubos de aireación así como las tuberías de agua que llegan desde el vano-motor. Un vez retirados los tubos de aireación (foto 3) evalué su estado y prácticamente están para tirar ya que son de papel aluminizado y están muy deteriorados. El hecho de pensar qué hacer con ellos es que de nuevo este material es muy complicado de encontrar hoy día.
El acceso a los tornillos que la sujetan a la base del salpicadero es difícil y además los tornillos estaban tan oxidados que sacarlos fue aun más complicado. Una vez han salido, la caja de calefacción cae por su propio peso (foto 2). Cuidado aquí, es recomendable poner unos trapos para evitar que el agua, que a buen seguro hay almacenada, nos manche y moje las herramientas. Finalmente, y una vez fuera del coche, la calefacción se ve en bastante buen estado, con algo de oxido pero nada preocupante. La idea será desmontarla y restaurarla. Otra cosa distinta es si al final usare esta unidad para el futuro coche, o buscare una mas moderna y efectiva. En los minis, la condensación en los cristales los días de lluvia solo se combate si la calefacción funciona realmente bien.
La otra parte a desmotar es el panel de mandos. Aunque sencillo, de nuevo los accesos son estrechos, y el oxido ha hecho que muchos tornillos no puedan moverse y me he visto obligado a segarlos.

Los interruptores se quitaron muy al principio cuando se etiqueto cada terminal eléctrico. El tirador de la calefacción ha salido fácilmente ya que solo lo retiene una turca que lo ancla por detrás a una pletina en forma de L que hace las veces de soporte principal. Lo mismo ocurre en el lado izquierdo. Estas dos pletinas (de color zincado en la foto 4) son las que anclan el tablier de mandos a la carrocería. Y son estos tornillos los que han sido una pesadilla poder quitar (foto 2). Una vez despejado todo (foto 3), los componentes son pocos y su estado no es malo del todo (foto 4). Aun así, esta parte también sufrirá modificaciones, y no creo que mantenga las especificaciones de serie, aunque aun no lo tengo decidido. Por otro lado, ya he comprado una cerradura de encendido nueva, así como un juego de interruptores nuevos y el tirador del aire nuevo.

