enero 29, 2006

Desmontando a cuatro manos.

Han bastado dos tardes de domingo entre mi hermano Antonio y yo para poder dejar el Mini casi desnudo. Y es que el Mini es un coche sencillo a más no poder, y un juego de llaves fijas, unas carracas con sus llaves de vaso, y unos buenos destornilladores son suficientes para dejar el interior y parte del exterior mondo y lirondo en dos tardes. Eso sí, hay que ser muy disciplinado y etiquetar todos los cables convenientemente, así como guardar toda la tornillería que sale bien identificada. Así evitaremos males mayores cuando haya que volver a poner las cosas en su sitio o identificar cables y piezas. Mientras mi hermano Antonio se ha dedicado a desmotar luces y pilotos, y a comprobar e identificar todos los cables, yo me he "doblado" dentro del mini y me he dedicado a desmontar todo lo posible del salpicadero. El salpicadero que tenía este mini no es el original de la factoría. Es un extra que montaban los concesionarios, y que hacia más versátil y ¿bonito? el espartano salpicadero de los Minis. Es una estructura plana, forrada en vinilo negro, imitando piel, que cubre el frontal del mini, dejando los relojes a la vista, y aportando dos guanteras a ambos lados. Yo lo he desmontado con cuidado, y a falta de una buena limpieza y de cambiar bisagras y tornillos, esta en muy buen estado. Ya veré que hago con él, ya que no tengo intención de reinstalarlo pues mi ideas son otras. Seguro que algún aficionado puede estar interesado en él para poder instalarlo en otro Mini.

Debajo del salpicadero el panorama es algo desolador ya que los años, y las malas artes de algún “chapuzas”, han provocado que los aislantes estén podridos, y el cableado esté en bastante mal estado, aunque milagrosamente aún sigue funcionando.

El desmontaje de todos estos componentes ha sido arduo ya que muchos tornillos estaban en mal estado y era difícil conseguir sacarlos. Además, en ocasiones el acceso a algunas zonas es difícil y hay que hacer puro contorsionismo para poder sacar alguna pieza.

Poco a poco el coche va quedando como un cascaron vacío, y es el momento preciso para empezar a evaluar el estado de determinadas áreas de la carrocería, en las que sospecho que el oxido ha sido implacable. Por cierto, esa bata verde es un gran aliado ya que hace que la ropa no se manche ni deteriore, ...¡y además abriga! .

enero 07, 2006

Un lugar más apropiado.

Hace unos días, y después de un final y comienzo de año algo complicado, he trasladado el Mini a un sitio más apropiado para el desmontaje y su posterior restauración. Mi garaje es muy pequeño, y en él ya vive mi Cooper del '74, por lo que no hay espacio para mucho más. Menos mal que mi hermano , que vive a escasos 500 metros de mi casa, dispone de un garaje en condiciones, grande y muy bien iluminado. EL coche, ya no estaba en condiciones de andar, -pierde bastante gasolina por un latiguillo justo encima del colector de escape, amén de sus problemas de embrague- por lo que lo llevamos al garaje nuevo remolcándolo. Fué divertido y sin complicaciones, y captamos la atención de todo aquel que veía semejante extraña maniobra.... ¡¡lástima de cámara de fotos!! Ahora el coche descansa en el lugar en el que muy probablemente pase los proximos meses, o años....

Este "pequeño" rincón es solo eso, un rincón de un garaje de mas de 300 metros cuadrados, ¡¡una maravilla!!.

Aquí se puede apreciar en gran parte las dimensiones de este soberbio espacio. EL Jaguar del fondo fué el gentil remolcador del Mini.

En fín, espero que en este sitio podamos llevar a cabo la restauración sin contratiempos y con muchísima mas facilidad.